Los siguiente fue la puerta y cabezones, vestuarios, gigantografía, sillas, sillón, batería, etc, etc, hasta se mudó a Mme. Mim (Arte parece que la reciclará, el esfuerzo de Cinthia en cada cabello de madame lo vale). 
Los compañeros Etchepare y Penna cedieron sus baúles para alivianar la carga del flete. (aquí los potos de Tinkerbella y Cara de Papata al servicio de la carga)
Fueron varias las opciones de caminos para llegar eficazmente. Optamos por seguir la idea primigenia del Sr. Fletero: agarrar Anchorena dereeeecho y doblar en Guerdia Vieja. Amén, dijimos.
escoltados por Tribal Goofy o Emiliano, siempre alegre con su sonrisa dentada:
Afortunadamente, y como Doris desde algún lugar lo quiso, Emiliano llegó pedaleando y gritando a tiempo hasta la cabina del flete, que prudentemente frenó y retrocedió, gracias al susudicho que también, supo dirigir al tránsito -bastante fluido por cierto-, cual polizonte. Se modificó entonces la ruta, pero no tanto como para evitar que descargaramos como lo habíamos planificado: eran las 9:57 AM cuando habíamos finalizado ya la primera parte de la misión.
Querido diario:
