otra historia de viejas espectaculares

hoy iba al trabajo corriendo como una psicotica, anteojos azules, musica y un monton de rulos confundian mi andar. en esa caminata frenetica me llevo por delante a una viejita que se detuvo en mitad de la calle. la mire mientras la agarraba con mis dos manos que evitaron su caida, y le pedi perdon. segui adelante y media cuadra despues me senti mal al ver que la señora no se habia detenido sino que estaba detenida pidiendo ayuda. entonces volvi y (como estabamos frente a una panaderia) le ofreci si queria unas facturas y me dijo: bueno....no...mejor unos pancitos....tengo hambre.

entre a la panaderia y habia ocho mil personas (recordemos que yo venia corriendo porque llegaba tarde). espere horas y medias y me atendieron. decidi que le iba a comprar un frondoso sanguchito que ofrecia el pituco mostrador de la panaderia pituca, lo pedi contenta. fui a pagar ($5!!!! estamos a fin de mes, me quedan $30 hasta el fin). sali. la viejita ya no estaba. la busque, estaba en la esquina. le di su sanguchito, le dije: que tenga buen dia. y me fui. estoy contenta. hoy.