La web contra mi!

Años atrás apareció la famosa internet en mi casa. No teníamos banda ancha entonces mi mamá nos obligaba a conectarnos después de las 22hs cuando el pulso del minuto telefónico era más barato. Toda la familia se quería conectar a la misma hora. Eso me dejaba tiempo únicamente para revisar los mails. No tenía msn...
Un día, la computadora, como por arte de magia, dejó de conectarse. No aceptaba internet.
Me dijeron que tenía algo que ver con la memoria.
Mi hermano, Licenciado en Computación de la UBA, arregló, modificó, cambió el/la CPU pero Internet seguía sin aparecer.
Así viví los dos últimos años. Yendo a locutorios barriales en los que los niños de entre 8 y 14 años juegan al Counter Strike y se gritan de máquina a máquina, asomando por encima de tu cabeza.
Mis hermanos y mi papá tienen internet en el trabajo, así que no les importaba mi desconección con la web.
Mi mamá tenía en ese entonces su propia computadora en "su casa de paso" -otra historia- gracias a la que yo, cada tanto, podía sambullirme en google y messenger.
Pero nadie pensaba en la pobre Ana consumida por esos pequeños demonios...quizás, el dueño del locutorio de la vuelta de casa sí pensaba un poquito cada vez que me veía.
Hace unos meses, y gracias a la aparición de Dorisday, volvió la cybernética a mi casa y con Banda Ancha y todo!
Me conectaba todos los días, horas y horas, buscaba cualquier duda en Google, leía mi horóscopo, publicaba en el blog...estaba tan cerca de la felicidad absoluta...
La semana pasada, como por arte de magia - otra vez -, mi monitor comenzó a oscurecer hasta transformarse en una laguna negra.
Nuevamente, una mano maléfica de la red me arrancó la alegría y el conocimiento.
Por suerte, esta vez estoy preparada: cada vez que quiera entrar en la net, le pediré a mi novio su play station 2 e invitaré a todos los niños del locutorio a jugar a mi casa por un precio módico de $1 la hora, y así, de paso, voy ahorrando para el nuevo monitor - quiero esos con pantalla plana -
Ana V.