BLOG/PLATAFORMA COLECTIVA DE UNA OBRA (DORISDAY), DE LAS FUNCIONES Y DE LO QUE SIGUE DESPUÉS DE LAS FUNCIONES.
30/5/08
23/5/08
AVATARES DE UN ESPECTACULAR / EPISODIO FINAL
En la vorágine ensayil, perdí de vista el contexto que nos trajo hasta aquí (además de a mis seres queridos), como cuando mi vista de miope se fija en un grano de arena hasta llegar a verlo como una roca y de pronto la playa, el mar, las sombrillas, los bañistas, las gaviotas y las black hill of Dakota parecen dejar de existir. Puedo decir esto gracias a que esta noche, llegada de nuestra último ensayo preestrénico, releí nuestro blog, esta especie de memoria colectiva que construimos. Que construimos ¡¡¡Cómo construimos!!! Recomiendo la experiencia a quien no la haya hecho aún (Pedrito fue el pionero en recomendarlo, meses atrás)
En una micro escena de quién es quién, me saco la máscara de Maradona, alias “la que suscribe”: soy Juana, integrante del grupo “una cama para Doris”, la hippie, cara de patata, Biff, Bifa, etc. Veía la llegada de este episodio como el advenimiento del tsunami, son muchísimos los episodios relatables de la experiencia de estos últimos tres meses, sin casi asomarme al blog. Pero en vez de abocarme a tamaña aventura, haré mis deberes previos:
Hubo un día en que aparentemente hicieron definiciones de “Dorisday” y yo falté. Aquí, entonces vuelco las mías (como en algún posteo lejano publiqué las definiciones de “avatar”), pero esta vez sin bajarlas de Google.
Para mí Dorisday es amigarme con Internet; compartir historias extraordinarias con seres desconocidos; compartir fotos Disney; conocer a Doris Day y querer trompearla luego de ver sus films; ser una cowgirl excitada; compartir vidas mientras pego capas y capas de cartapesta; aprender a arpegiar con la guitarra; caminar por Once hasta dar con la prenda justa; hacerme amiga de los muchachos de la imprenta (que ya saben del estreno); cantar enamorada andando en bicicleta o en una carreta imaginaria; seguir eligiendo mi profesión; tolerar, respetar y convivir; un café de setenta y cinco centavos; dibujar figurines en una tarde lluviosa; atravesarme por Bifo, ser su avatar, difundirlo hasta en la cama; ver una porno con mi viejo; y creer en el arte como vía para vivir mi tiempo como propiedad inalienable y como sabotaje al modo competitivo y exigente impuesto por el semiocapital. Y veo lo que viene como posibilidad de compartir nuestro tiempo con otros seres que se acerquen a nuestra causa.
Salud para todos los dorisdeyes, que ya somos más que trece!!!
Cara de Papa / Biff / Juana