BLOG/PLATAFORMA COLECTIVA DE UNA OBRA (DORISDAY), DE LAS FUNCIONES Y DE LO QUE SIGUE DESPUÉS DE LAS FUNCIONES.

12/10/09

Avatares de una espectacular: episodio en la montaña

Morretes, Brasil, enero 2009, en un rancho minúsculo de adobe en medio del morro



Me levanté cuando recién amanecía, con la convicción de que ese día escalaría el Marumbí. Para llegar a la base del mismo, debía atravesar un morro de un lado al otro -es decir subirlo y luego bajarlo- y caminar siguiendo la vía del tren unos 5 kms., cruzando el túnel con una rústica latovela (esos antiguos de película, estrechitos y oscuros tanto que lo único que podés hacer es orar que no venga el tren). De esto me iba enterando a medida que lo hacía; por suerte tenía compañía: mi compañera de viaje y una chica de Paraguay con la que compartíamos el ranchito. Empezó a llover, y llegamos al registro de la base.
El guardaparque observó con una mirada jocosa -que luego entendería- nuestros rudimentarios "equipos de escalada" (era la primera vez que escuchaba "escalada", para mí era un "ascenso") y nos preguntó si teníamos experiencia. Obtuvo una negativa de nuestro lado y nos sugirió que hiciésemos el camino de marcas rojas que era como el nivel easy/principiantes de un videojuego. Mi compañera de viaje se bajó del proyecto y decidió volverse caminando 7 km sacando fotos y comiendo banana bajo la lluvia. Quedábamos dos.

Entusiasmadísimas comenzamos a subir unas escalinatas de piedra, tipo la película "Laberinto", sencillas, de ser así el resto del camino, estábamos salvadas. Pero no, la cosa se fue poniendo de película de súper acción, de pronto éramos Indiana Jones trepando por cadenas, colgando de sogas, subiendo por peldaños de piedra enormes y resbaladizos, escalando paredones a 90º del suelo. Puro cuerpo, sudor, fibra y adrenalina. Muy strong. Pasaba el tiempo, no sabíamos cuánto porque no teníamos reloj, pero a juzgar por mi sensación tenía que faltar poco. En un momento dado, cuando no me quedaba ni sudor, ni fibra, ni cuerpo que me sentía sólo 100% voluntad (ya no entusiasmo, ni orgullo, ni mucho menos Indiana) decidí terminar allí. La chica que me acompañaba me dijo "vamos, falta poco" (las dos sabíamos que ninguna tenía remota idea de cuánto quedaba) y decidí creerle y seguimos avanzando con escasas energías.

Por suerte , tenía razón. Gracias al ánimo de mi guía, llegamos a la cima!!! Su nombre... DORIS, de Asunción

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Te juro Celes que sentí tu adrenalina!en un momento pensé qe te perdía para siempre! por favor, nunca más me hagas esto! Doris! gracias! cuidaste de mi amor!
Sandra

Anónimo dijo...

a cada palabra una analogia con los ensayos para reestreno de Doris, cuando ya no das mas, cuando solo es voluntad... y estamos por decir hasta aqui, uno sigue... y entonces estrena.
gracias juana! vos fuiste de esas guias que te dicen animo falta poco!
abrazooooooo


Eu

Jeny dijo...

Que disfrute leerte Juana, que linda historia, con enseñanza, moraleja, aventura, que màs querès?
Besoyabrazo...jenydecòrdoba