Celular en el colectivo.

Aunque parezca ficción no lo es. Tomé el colectivo 39 y me senté al lado de un sujeto de unos 50 años, canoso, con una campera verde. Repentinamente saca su teléfono celular y realiza un llamado. Casi como si estuviese sólo en el mundo, comienza a hablar en un volumen extremadamente fuerte por el que resultaba inevitable mantenerse fuera de la conversación. Las caras de todos los pasajeros del colectivo fingían indiferencia, pero todos, absolutamente todos estábamos escuchando su charla. Ni bien llegué a mi casa, y antes de siquiera sacarme la campera, me senté en la computadora y transcribí la charla para no olvidar detalle alguno. Juro que lo que sigue es la trascripción de todo lo que recordé de la conversación, incluidos nombres.

Después de todo, y si bien la que sigue no es una anécdota sobre un ciber o internet, muestra parte de los efectos de la una tecnología tan instalada como la de la telefonía celular. Sin más preámbulos -que los ya hechos- aca ta':

“Hola julito... Robin Hood habla...¿De dónde lo echaron?... ¿Sabes qué? Yo ya estoy cansado de esta gente... ¡Los vamos a hacer Mierda! ¡Pero mierda!... Si, no te preocupes que si querés yo tengo un boga que es tremendo… Pero igual no estoy pensando en eso... No, no, vamos y los cagamos a trompadas... ¿A quien se le ocurre? Yo te digo, vamos y no queda ni uno en pie... Si están todos locos… Resulta que el pibe sale a divertirse, mira una minita y lo cagan a trompadas... todos locos. Vamos y lo resolvemos de otra forma... Si vos sabés con quien ando yo, con la gente de Seineldin... Sí, lo resolvemos igual que en la casa de mi mamá, que la habían tomado unos peruanos… Vamos con unos muchachos de los míos y a esos patovicas los hacemos mierda. Porque esos son puros anabólicos, ¿me entendés? Solos no se la bancan, son todos putos. ¡TO-DOS PU-TOS! Sí, si hay que romper algunos brazos no hay problema, estos muchachos son ex-milicos, lo resuelven así. A mi me gustan las cosas sucias... digo, que no, que no me gustan las cosas sucias. A mi me gustan las cosas justas...

Sí, yo ahora me tomé unos días de vacaciones, pero cuando vuelva me reubico... ¿A cultura? ¿Yo a cultura? No, si voy a cultura voy con caño, ¿me entendés? Je, je, je…Creo que voy a justicia, como asesor, así puedo mantener toda la planta.... ¿Para vos? Sí, algo te vamos a encontrar... Julio, Julio, escuchame, ¿vos recibiste un mensajito de texto de mi parte para el día del amigo? ¿Lo recibiste?... y bueno, entonces quedate tranquilo. Yo a mis amigos los sé tratar. Es muy simple, julito, yo sé con qué bueyes tiro.”

Daniel…